ZINEB

 MOUNFALOUTI

¿Quién soy?

Mi nombre es Zineb Mounfalouti Rimi, soy natural de Marruecos y actualmente ejerzo como entrenadora, jugadora de baloncesto. En ocasiones también imparto charlas y cursillos de defensa personal orientados a mujeres de todas las edades.

Nací en Casablanca en el seno de una familia musulmana tradicional, muy religiosa, y rodeada de 8 hermanos y hermanas. En una familia tan grande como la mía, la atención recibida por mis padres fue escasa y no se reforzaban los talentos o las aspiraciones que de niños pudiéramos tener. Solo podíamos soñar.

En mi caso, fui a un colegio mayoritariamente masculino, por lo que pronto entré en contacto con el deporte en la calle, cuando mis padres no me vigilaban. Era mi vía de escape. Una tarde, una entrenadora de atletismo me vio correr y me propuso formar parte de un club.

Mis padres, al enterarse, obviamente se opusieron, pero yo iba a entrenar sin que ellos lo supieran. Del atletismo pasé al baloncesto, de nuevo sin tener el visto bueno de mis padres, y aún así conseguí llegar a formar parte de la selección nacional absoluta. El deporte cambió mi vida, definió lo que soy en la actualidad e hizo que viera la realidad desde otra perspectiva.

Maduré mentalmente, gané confianza y seguridad en mí misma hasta el punto de plantar cara a mi familia y convertirme en responsable de mis propias decisiones. Me ayudó a prosperar en un país que no es el mío, con dos hijos a mi cargo y sin conocer el idioma. El baloncesto me dio la oportunidad de conocer a personas que me abrieron el corazón y que ahora son importantísimas para mí (son como mi familia).

Escuela de Baloncesto Zineb Mounfalouti para niñas de la India

Ahora tengo un objetivo: quiero devolver todo el amor recibido, quiero compartir mi experiencia con las niñas del mundo, dar a conocer el baloncesto y el deporte en general en regiones en las que existen muy pocas vías de escape en el día a día.

Quiero transmitir los valores y sacar la fuerza interior y el talento a través del deporte, el compañerismo, la diversión, la confianza. Todos tenemos algo en nuestro interior, algo bueno, y me gustaría ayudar a sacarlo a flote. Mi vida cambió cuando conseguí ver la realidad a través de los ojos del deporte, vi que podía ser autosuficiente, que podía ser valiente. Quisiera inspirar siendo un ejemplo, usar mi experiencia para enseñar que nada es imposible si de verdad hay voluntad.

La Escuela

La escuela cuenta con cuatro pilares: entrenamiento deportivo –dos veces por semana–, clases de apoyo escolar y clases de educación en valores –ambas una vez por semana– y competición. En esta escuela se transmiten dos principios: por un lado, para ser buen deportista hay que ser primero buena persona y buen estudiante. Y por otro, las buenas notas y el buen comportamiento son condiciones para poder jugar al baloncesto.

A través de un seguimiento trimestral se ha observado una mejora en el rendimiento académico y en la asimilación de hábitos y comportamientos relacionados con la higiene, la alimentación, el civismo, la relación con otros compañeros y con sus familiares.

La adquisición de hábitos y comportamientos positivos también se ha constatado en múltiples aspectos: en una alimentación más equilibrada; en la relación con los compañeros y rivales, dado que el deporte deja de ser una simple competición y pasa a ser un juego de equipo, trascendiendo esta cooperación más allá del ámbito deportivo y reflejándose en el comportamiento de los alumnos con sus monitores, tutores y padres (el 40% dice que se pelea menos), y en el propio éxito deportivo.

En definitiva, se ha demostrado que la práctica deportiva contribuye a mejorar las actitudes y porque les exige en primer lugar un desarrollo personal basado en el esfuerzo, el compromiso, la perseverancia y la disciplina y, además, les proporciona un estímulo para mejorar las notas al apoyarse en elementos emocionales como los padrinos y la participación en las competiciones deportivas.

Los hábitos buenos adquiridos en la juventud son los que marcan la diferencia. Es necesario un deporte bien enfocado donde se destaque el sacrificio, el trabajo, el espíritu de superación, la búsqueda de soluciones, la aceptación de unas reglas, el respeto, el acato de la autoridad, el sentimiento de formar parte de un equipo (bueno para la integración) y el aprendizaje de aceptar la derrota, el fracaso ¿Es el deporte una herramienta interesante para conseguir valores? Por supuesto que sí.

Es más, diría que es un medio educativo extraordinario para la formación de nuestros hijos que en muchas ocasiones echamos a perder. Fundamentalmente, el problema está en no darse cuenta de que el deporte tiene una finalidad como juego que es ganar, pero que si se pone como único fin estamos perdidos, porque la competición deportiva se convierte en un campo difícil al buscar derrotar al otro como sea.

Si es un medio para seguir mejorando, entonces, si se pierde no pasa absolutamente nada porque esa derrota nos lleva a reconocer nuestros fallos para seguir mejorando. Estamos hablando ya de valores: humildad, espíritu de superación, esfuerzo, respeto… El deporte como tal no educa en valores, todo depende de la utilización que se hace de él.

NUESTRA ASOCIACIÓN

Escuela de Baloncesto Zineb Mounfalouti para niñas de la India

ZINEB MOUNFALOUTI
ZINEB MOUNFALOUTIPRESIDENTE
Entrenadora de Baloncesto,
Ex-jugadora Profesional de Selección de Marruecos
Coach Deportivo
ISIDRO FERNÁNDEZ
ISIDRO FERNÁNDEZVICEPRESIDENTE
Empresario
Conferenciante Internacional
ESMERALDA LAMAS
ESMERALDA LAMASSECRETARIA
Doctora en Psicología